CLUB DE LECTURA Y ESCRITURA
SALVADORENO quebequense
Leyendo y escribiendo en Montréal
Hace ya un año, en revoloteos cotidianos entre amigas del mismo panal, que utilizando los medios sociales de comunicacion, se dan cuenta que tienen la necesidad de entrar en contacto con otras abejas para intercambiar sueños y mas sueños que se han ido creando con el tiempo, y así muchas platicas con el mismo tema, hasta que una de ellas ve que las inquietudes son iguales en otras abejas y demas pequenos seres de la comunidad que da vida a la humanidad; particularmente entre mujeres las ideas comienzan a ronronear cada vez mas agudas y a no quedarse quietas al interior de la cabeza ni del corazón, es urgente compartir estas inquietudes! Se ponen de acuerdo las amigas para buscar un refugio donde concentrarse y dar formalidad a ese deseo vivo del agua que desea fluir por los vertiginosos caudales del saber y del conocimiento.
Ni lentas ni perezosas las amigas van en busca de mas amigas y las inquietudes se van multiplicando y el interés también, quieren formar un enjambre que produzca delicadas mieles, llegan a un rinconcito que les causaba miedo al inicio, con los días se dan cuenta que tenían miedo porque no conocían, pero una vez adentro sintieron que era como una ventana desde donde divisaban a aquel pulgarcito que habían dejado y que cada dia añoraban y hasta lloraban por haberlo abandonado, compartieron sus esperanzas y sus deseos con una mariposa que alli se encontraba, esta no se hizo la sorda ni la ciega al oír tanto ronronear, y les confió que ella tenia también, esos mismos murmullos y que quizás reuniendose, cada ronroneo podría afinarse para llegar a formar una linda melodía, así da comienzo la historia de sonadoras empedernidas que están convencidas que con un trozo de lápiz, un recorte de papel y muchas hojas impresas podrían cultivar un jardín de bellos poemas y sembrar semillas de conocimiento entre los capullos y rosales dispersos lejos de su patria. Esas amigas abejitas tienen por nombre Inés y Marta y con ellas la legion de diversas abejas llamandose entre ellas Vilma, Veronica, Lucia, Ana, Beatriz. Ssssssssssshhhhhhhhhhhh y muchas y muchos mas que vendran. Este es el cuento de la Ronda que comienza a contarse en esta linda ciudad, estamos seguras que sera el panal que atraera visitantes que querran saborear esas mieles de letras bulliciosas con canticos de la tierra de preseas preciosas, que son de nunca acabar.
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